Querida solitaria desesperada:
Si yo fuera usted a penas despertara lo perseguiría por el living de la casa y mientras desayuno le haría preguntas difíciles, cosas que sólo él pudiera responderme, como por ejemplo, sobre cómo ocurrió el Bing-Bang... acaso, ¿podría no saberlo?.
Luego de este hermoso y animado despertar me tocaría a mí el turno de hablar y a él de escuchar mis anécdotas, porque a una mascota también se le ve como un amigo a quien confiar. Aunque los gatos y los perros no hablen, usted tiene la ventaja de que su mascota sí.
Como en esa larga conversación ya pasó el almuerzo es hora de que lo saque a pasear. Aproveche que tiene a alguien que lo acompañe a hacer sus trámites de fin de semana. Y no olvide echarlo dentro de su cartera para que no se canse con tanto ajetreo. ¿cómo? así como las cuicas andan con sus Yorkshire, pero usted será más original y estilosa.
Sin más espero que mis consejos se sirvan y resulten. Así que sáquese de encima esa angustia de no saber qué hacer con tan ventajosa mascota. ¡Alíentese! que si se enferma él mismo le dirá la tuerca que está floja.
Atentamente Pililapililo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario