Sr. subcomandante Marcos:
Le cuento que logré construir el cielo como indicó, pero me sorprende que usted viera en él un vacío, sentí que faltaba algo así que fui a comprar tres puñados de estrellas y los agregué. También lo pinté en degradé para que las constelaciones se apreciaran con claridad. Pero no seguí al pie de la letra las instrucciones, no quise poner las nubes, creo que no dejan que uno sueñe con la luna posándose en el mar.
Respecto a reunir a hombres y mujeres, funcionó. Bastaba con poner un eclipse solar para que se dirigieran a los montes y así poder hablar; luego terminó mi labor y pude descansar en el séptimo día.
pililapililo
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